Corrupción y derechos humanos

La corrupción compromete la capacidad de los Estados para cumplir con su obligación de promover, respetar y proteger los derechos humanos de las personas dentro de sus jurisdicciones. Los derechos humanos son indivisibles e interdependientes y las consecuencias de una gobernanza corrupta son múltiples y afectan a todos los derechos humanos, civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, así como al derecho al desarrollo.

En los últimos años, varios órganos y mecanismos de las Naciones Unidas han reconocido los efectos negativos de la corrupción en la protección de los derechos humanos y en el desarrollo. Los órganos y mecanismos de derechos humanos de las Naciones Unidas (por ejemplo, el Consejo de Derechos Humanos, sus Relatores Especiales y el Mecanismo de Examen Periódico Universal, así como los órganos creados en virtud de tratados de derechos humanos) están cada vez más conscientes del impacto negativo de la corrupción en el disfrute de los derechos humanos y han abordó temas de corrupción y derechos humanos en numerosas ocasiones.

Desde marzo de 2016, URG ha estado implementando un proyecto que tiene los siguientes tres objetivos generales:

1. Convertir la vaga afirmación de que la corrupción generalizada “tiene un impacto cada vez más negativo … en el disfrute de todos los derechos humanos” en una investigación objetiva y concreta sobre la naturaleza y alcance de ese impacto, especialmente para los sectores más vulnerables de la sociedad .
2. Reflexionar sobre ciertos estudios de casos específicos (Argentina, Guatemala, Honduras y Túnez) para mostrar de forma concreta y basada en hechos empíricos la forma en que la corrupción afecta los derechos humanos, el papel del sistema internacional de derechos humanos en la lucha contra la corrupción y las estrategias existentes para hacer frente a esta problemática. nivel nacional.
3. Desarrollar ideas, estrategias y acciones concretas para aprovechar las normas internacionales de derechos humanos, las obligaciones hasta hoy adquiridas por los Estados en esta materia, las instituciones y los mecanismos internacionales de derechos humanos para apoyar la lucha mundial contra la corrupción.