#ElMomentoEsAhora: ¿Fue HRC46 el momento en el que el impulso detrás del reconocimiento por la ONU del derecho a un medio ambiente saludable se volvió imparable?

by Mariana Montoya and Camila Márquez R2E, Thematic human rights issues

El creciente interés y movimiento hacia el reconocimiento universal del derecho a un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible (R2E, por sus siglas en inglés) alcanzó un nuevo crescendo durante el 46 periodo de sesiones (HRC46) del Consejo de Derechos Humanos (Consejo) de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Pareciera que el impulso que durante décadas ha acumulado el llamado al reconocimiento de R2E por parte de la ONU ha llegado a un ‘punto de inflexión’, donde un último empujón hará que este sueño se haga realidad: R2E será un beneficio duradero para las personas y el planeta. Varios acontecimientos importantes de la sesión ayudan a ilustrar este punto.

Apoyo en el segmento de alto nivel

El primer acontecimiento notable lo conforman las declaraciones pronunciadas durante el segmento de alto nivel, el cual tuvo lugar en la primera semana de HRC46. Durante este segmento, los ministros de Costa Rica y Eslovenia, entre otros, llamaron la atención sobre la urgencia del reconocimiento universal del R2E, y llamaron a sus pares a apoyar los esfuerzos del grupo central sobre medio ambiente y derechos humanos del Consejo para lograrlo.

Por ejemplo, S.E. Sr Anže Logar, Ministro de Relaciones Exteriores de Eslovenia, un miembro del grupo central, afirmo que:

Para reconstruir [un] medio ambiente sin riesgos, saludable y sostenible, el vínculo reconocido mundialmente entre los derechos humanos y el medio ambiente debe convertirse en uno de nuestros objetivos comunes. Eslovenia, junto con otros miembros del grupo central sobre el tema, está intensificando su trabajo en el proceso del reconocimiento mundial del derecho a un medio ambiente saludable. Este proceso está llegando ahora a su etapa más importante. Hago un llamamiento a todos los países para que brinden su valioso y necesario apoyo.

Eslovenia contó con el respaldo de S.E. Sr Rodolfo Solano Quirós, Ministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica, quien afirmó que:

Las discusiones entorno el derecho a un ambiente seguro, limpio, sano y sostenible deben tomar mayor relevancia en el sistema de Naciones Unidas […] y considera este reconocimiento jurídico del derecho a un ambiente limpio y seguro, como un elemento esencial para las acciones nacionales y globales dirigidas a la protección del ambiente.

A Costa Rica y Eslovenia les siguieron otros Estados, no pertenecientes al grupo central, quienes hicieron eco de la urgencia del reconocimiento universal. S.E. Sr Luigi Di Maio, Ministro de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional de Italia, por ejemplo, afirmó que ‘el progreso y el bienestar social no pueden existir sino en un entorno saludable. Merece nuestra protección como un derecho esencial para toda la humanidad;’ mientras que S.E. Sr Augusto Santos Silva, Ministro de Estado y de Asuntos Exteriores de Portugal, afirmó que su país ‘reconoció este derecho [R2E] desde los albores de nuestra democracia y ahora creemos que es hora de reconocerlo internacionalmente.

En un movimiento sorpresivo pero bienvenido, China también dio su respaldo a los derechos ambientales. S.E. Sr Wang Yi, Consejero de Estado y Ministro de Relaciones Exteriores de la República Popular China, reconoció que para abordar los desafíos planteados por la pandemia del COVID-19 y el correspondiente reto de la vacunación universal: ‘Debemos tomar medidas coordinadas, integradas y de múltiples partes para avanzar en todos los aspectos  de los derechos humanos, en todas las dimensiones y campos a lo largo de todo el proceso. El alcance de los derechos humanos está en constante evolución, el derecho a la salud y el derecho al medio ambiente deben recibir más prominencia.

Los representantes de otros Estados, aunque no se unieron explícitamente al llamado al reconocimiento universal, se refirieron al R2E en sus discursos. Por ejemplo, S.E. Sr Darren Allan Henfield, Ministro de Relaciones Exteriores del Commonwealth de las Bahamas, sostuvo que el ‘COVID-19 revela claramente la naturaleza de fortalecimiento mutuo e interdependiente de todos los derechos humanos, incluidos los derechos a la salud, a la vida, a un nivel de vida adecuado, a un medio ambiente sano,’ mientras que S.E. Sr Josaia Voreqe Bainimarama, Primer Ministro y Ministro de iTaukei y Relaciones Exteriores de la República de Fiji, recordó que ‘la Constitución de Fiji consagra una serie de derechos civiles, políticos y socioeconómicos, incluido el derecho a un medio ambiente limpio y saludable,’ y que ‘la salud humana está vinculada a la salud de nuestro medio ambiente, incluidos nuestros océanos. Este vinculo es obvio y significativo porque los seres humanos necesitan un medio ambiente limpio y libre de contaminación para prosperar.’

Otros representantes de alto nivel, aunque no se refirieron explícitamente al R2E, hicieron referencia a la estrecha interrelación que existe entre los derechos humanos y la protección ambiental, y subrayaron la urgencia de fortalecer un enfoque basado en los derechos para las cuestiones ambientales. Por ejemplo S.E. Sra Patricia Scotland, Secretaria General de la Commonwealth, recordó a sus colegas que ‘la pandemia nos recuerda que la salud mundial y el medio ambiente están inextricablemente entrelazados. El COVID-19 ha fomentado una gran incertidumbre respecto a nuestra capacidad colectiva para abordar la emergencia climática, y las consecuencias de largo alcance se sintieron más agudamente en los Pequeños Estados Insulares. La Commonwealth está decidida a apoyar a los pequeños Estados y a otros países vulnerables al clima para proteger el medio ambiente y abordar el cambio climático, que es esencial si queremos abordar los derechos humanos.’

Del mismo modo, S.E. Sr Agron Tare, Viceministro para Europa y Asuntos Exteriores de Albania, dijo que ‘las principales preocupaciones de derechos humanos son la desigualdad y la pobreza, desafíos causados por la situación de la pandemia, el cambio climático y el medio ambiente;’ mientras que S.E. Sr A.K. Abdul Momen MP. Ministro de Relaciones Exteriores de Bangladesh, recordó a los delegados que ‘el cambio climático […] es un desafío fundamental de nuestro tiempo. No podemos permitirnos verlo simplemente como una cuestión medioambiental o económica. Tiene muchas implicaciones para los derechos humanos que merecen nuestra seria atención […] Necesitamos establecer la idea de la justicia climática.’ El hecho de que el cambio climático constituye una amenaza para los derechos humanos también fue reconocido por S.E. Sr Heiko Maas, Ministro Federal de Relaciones Exteriores de Alemania.

Evento paralelo del segmento de alto nivel, #ElMomentoEsAhora – el caso para el reconocimiento universal del derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible

Un segundo hito importante durante HRC46 fue el lanzamiento, el 23 de febrero de 2021, de un nuevo informe de políticas públicas titulado #ElMomentoEsAhora – el caso para el reconocimiento universal del derecho a un ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible, en coautoría del actual Relator Especial sobre derechos humanos y medio ambiente, David Boyd, el anterior Relator Especial, John Knox, y el Director Ejecutivo de URG, Marc Limon.

El informe se presentó durante un evento paralelo de alto nivel organizado por el URG con el apoyo de miembros del grupo central, la oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos (ACNUDH), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (UNICEF) y la Oficina de Procedimientos Especiales de Derechos Humanos de la ONU. Los oradores incluyeron a los Ministros de Relaciones Exteriores de Fiji, Costa Rica y Maldivas, los Embajadores de Alemania y Suiza, y representantes de la ONU, incluida la Alta Comisionada para los Derechos Humanos y las Directoras Ejecutivas de UNICEF y PNUMA.  Los oradores instaron repetidamente a los Estados, en el Consejo y en la Asamblea General de la ONU, a reconocer formalmente el R2E como un componente crítico de la lucha por el clima, la biodiversidad, la calidad del aire y las crisis de salud global. (Para más información, lea este blog y vea la grabación del evento – material en inglés).

El día del evento, la campaña #MiPlanetaMisDerechos, con el apoyo del URG, organizó una tormenta en Twitter que logró más de 4.000 tweets de personas y organizaciones (incluidas agencias de la ONU) de todo el mundo, utilizando #ElMomentoEsAhora.

Declaraciones conjuntas e individuales formuladas durante el debate general sobre el punto 3 de la agenda del Consejo

Un tercer acontecimiento importante fueron las declaraciones presentadas durante el debate general sobre el punto 3 de la agenda del Consejo, durante HRC46. El 9 de marzo, apenas una semana después del evento paralelo #ElMomentoEsAhora y la tormenta de Twitter, la sociedad civil global volvió a dejar clara su posición, cuando 20 organizaciones presentaron una declaración conjunta para ‘transmitir […] el llamado respaldado por 1.100 organizaciones instando a este Consejo a reconocer el derecho de todos a un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible.’

Durante el mismo debate general, el PNUMA pronunció una declaración histórica en nombre de 15 agencias de la ONU, afirmando que ‘El reconocimiento global del derecho a un medio ambiente saludable apoyará los esfuerzos para no dejar a nadie atrás, garantizar una transición justa a un mundo socialmente equitativo y con un medio ambiente saludable, y hacer realidad los derechos humanos para todos.’

Finalmente, bajo el mismo debate general del punto 3 de la agenda del Consejo, 69 Estados presentaron una declaración conjunta en la que afirmaron:

Existe un consenso mundial sobre la degradación del medio ambiente y las consecuencias que tiene sobre la vida humana. La pandemia actual nos recuerda a todos que la dignidad, la vida y la salud de todos los seres humanos deben protegerse y promoverse sin discriminación alguna. Creemos que un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible es parte integral del pleno disfrute de los derechos humanos. Por tanto, el posible reconocimiento del derecho a nivel mundial tendría numerosas implicaciones importantes en lo que dejamos a nuestras generaciones futuras. Hay cada vez más llamados al reconocimiento mundial de este derecho por parte de los Estados, representantes de la ONU, expertos y la sociedad civil.

El informe del Relator Especial y el diálogo interactivo

Otro impulso para el llamado al reconocimiento universal de R2E fue la presentación del último informe temático del Relator Especial Boyd ante el Consejo. El informe, sobre la crisis mundial del agua y sus impactos en los derechos humanos, enfatiza que ‘Una perspectiva de derechos humanos puede servir como catalizador de una acción acelerada para lograr agua sin riesgos y suficiente, empoderar a quienes trabajan para proteger y conservar el agua, y orientar nuestras acciones hacia un futuro saludable y sostenible. El Consejo de Derechos Humanos tiene el poder de impulsar el progreso a través de una resolución que reconozca que todas las personas, en todas partes, tienen derecho a vivir en un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible.’

Durante el diálogo interactivo que le siguió a esta presentación, los representantes de distintos Estados presentaron declaraciones en las que, nuevamente, resaltaron los beneficios del reconocimiento universal del R2E. Por ejemplo, S.E. Sr Evan P. Garcia, embajador de Filipinas ante la ONU en Ginebra, explicó que el ‘desarrollo progresivo de la jurisprudencia Filipina durante las últimas tres décadas, que ha institucionalizado el derecho a un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible en nuestro sistema legal y judicial’ ha contribuido a impulsar la implementación de prácticas para enfrentar la crisis del agua en el país.

Consenso durante la votación del proyecto de resolución L6 – renovación del mandato del Relator Especial

Por último, la aprobación por consenso del proyecto de resolución L6 señaló una conciencia generalizada de la necesidad de incorporar un enfoque basado en los derechos humanos a las preocupaciones ambientales, una premisa básica que subyace al llamado al reconocimiento universal. Aunque las negociaciones sobre el borrador del grupo central resultaron a veces difíciles, pues algunos Estados pidieron al grupo central adoptar un lenguaje más suave sobre el R2E, sobre la base de que las referencias repetidas al R2E podrían interpretarse como un ‘reconocimiento indirecto’ del derecho, la resolución final reconoce que un enfoque basado en los derechos humanos para la protección del medio ambiente y la biodiversidad es esencial para la eficacia de los esfuerzos para abordar las diversas crisis que enfrenta actualmente el mundo. La resolución también pidió a la ACNUDH convocar un seminario de expertos sobre la prevención de futuras pandemias.

Con estos importantes acontecimientos, parece que el largo viaje hacia el reconocimiento universal del R2E se acerca a su fin.

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