Modernizando el Sistema de Derechos Humanos de las Naciones Unidas

by Dr Bertrand G. Ramcharan and Geneva Blog INVALID 7, By invitation, By invitation BORRAR, Prevention, Prevention, accountability and justice BORRAR

En su edición de fin de semana del 15-16 de febrero de 2014, el Financial Times publicó extractos de un libro reciente: “En 100 años: los economistas líderes predicen el futuro”, editado por Ignacio Palacios-Huerta y publicado por MIT Press.

En uno de los extractos, Robert Shiller, Premio Nobel de Economía, profesor de Economía en la Universidad de Yale, escribió que el próximo siglo conllevará riesgos importantes, pues un número sin precedentes de personas intentará vivir bien dentro de los límites de recursos finitos del planeta, las armas de destrucción masiva se volverán cada vez más accesibles y las nuevas tecnologías, incluida la inteligencia artificial y la robótica, perturbarán los mercados de trabajo y las trayectorias profesionales tradicionales.

Sobre este último punto -la difusión de las tecnologías avanzadas- Shiller predice, entre otras cosas, que esto conducirá, a largo plazo, a la “unificación de la cultura global”, con una sociedad no dividida por la geografía, sino por el grado de acceso a nuevas redes globales – una nueva élite mundial y el resto de la población.

Esta visión del futuro plantea la pregunta clave: ¿quién o qué puede anclar a la sociedad global en este momento de profundos cambios e interrupciones? Es claro que los Estados no pueden hacerlo solos, considerando el carácter transnacional de las amenazas, desafíos y oportunidades en la era moderna.

Una respuesta es, por supuesto, las Naciones Unidas, y en particular el sistema internacional de derechos humanos.

72 años después de su creación en 1945, las Naciones Unidas continúan cumpliendo sus mandatos básicos en los tres sectores interconectados de paz, desarrollo y derechos humanos. En la práctica, cada área ha crecido y se ha desarrollado de una manera ad hoc, fragmentaria.

En el área de la paz, cuatro conceptos son ahora prominentes: la construcción de la paz, la diplomacia preventiva, la paz y el mantenimiento de la paz. Esencialmente, la agenda para cada uno de estos asuntos está influenciada por lo que los miembros de la ONU lleguen a acordar. Ha habido varios intentos de reforma, pero rara vez se ha alcanzado la modernización. La reforma y la modernización son diferentes. El primero tiene que ver con lo que existe. El segundo mira al mundo de nuevo y hace preguntas transformadoras sobre las respuestas globales.

En el área de desarrollo, dos conceptos tienen prioridad: objetivos de desarrollo y asistencia técnica. Una vez más, el organismo mundial trabaja con lo que pueda convenirse políticamente, como, por ejemplo, los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Las reformas han sido apenas intentadas en este sector, y la modernización ni siquiera se ha tocado.

Tratándose de derechos humanos, el organismo mundial comenzó con las disposiciones de derechos humanos de la Carta, luego formuló la Declaración Universal de Derechos que comprende la Declaración Universal de Derechos Humanos, los tratados fundamentales de derechos humanos y las medidas de implementación, sobre las que aún se sigue trabajando. La Declaración Universal cumplirá setenta años en 2018; Existen numerosos tratados con numerosos órganos creados en virtud de tratados; Hay organismos de investigación y aclaración de hechos en derechos humanos (los Procedimientos Especiales); Y el proceso de revisión periódica universal tiene ahora diez años de antigüedad. En general, el sistema de derechos humanos de la ONU es tambaleante, con muchas partes funcionando lo mejor que pueden, y no tan bien como necesitan.

Si bien ha habido esfuerzos ocasionales de una reforma fragmentaria, rara vez se ha considerado la cuestión de la modernización del sistema de derechos humanos de la ONU. La necesidad de modernización es urgente. Nuestro mundo es el mundo del cambio climático, las presiones demográficas, la pobreza, los conflictos, el terrorismo, la desigualdad, la mala gobernanza, las violaciones flagrantes de los derechos humanos, los refugiados y las personas desplazadas y la contestación religiosa de organizaciones terroristas. Existe una necesidad manifiesta de una nueva reflexión sobre enfoques modernizados para promover la causa de los derechos humanos.

En primer lugar, está la cuestión de la universalidad de los derechos humanos. Se pueden recitar las afirmaciones de universalidad de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos (1993), la Declaración del Milenio y otros pronunciamientos. Pero la universalidad en el terreno queda abatida por terribles situaciones de derechos humanos -derechos económicos y sociales, y derechos civiles y políticos- en muchas partes del mundo y por los gobiernos no pasan de las palabras al hablar y poner atención a esas normas supuestamente universales. Ha habido esfuerzos para crear un Diálogo entre Civilizaciones. En el ámbito de los derechos humanos es necesario un diálogo sobre la universalidad. Los jóvenes constituyen ahora la mayoría de la población mundial. Es necesario tratar de aprovechar su energía y su compromiso en favor de la universalidad.

El cumplimiento o la atención ‘superficial’ también se predica de las estrategias preventivas de derechos humanos. El Consejo de Derechos Humanos ha adoptado algunas resoluciones exhortatorias sobre este tema. Pero poco ha sucedido en la práctica. ¿Cómo puede la ONU promover la causa de la prevención de las violaciones de los derechos humanos dentro de los países? Esto no es fácil. ¿Podría una campaña mundial para la educación en derechos humanos dentro de los países ayudar?

En una etapa del desarrollo del sistema de derechos humanos de la ONU se consideró sistemáticamente el tema de la evolución científica y tecnológica y los derechos humanos. Sería importante, en el futuro, restablecer dicho programa.

La mejora o el establecimiento de instituciones nacionales de derechos humanos podría contribuir tanto a la cuestión de la universalidad como a la cuestión de la prevención. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) promueve el papel de las instituciones nacionales de derechos humanos, pero se necesitan una nuevas fuentes en esta área. Hay espacio para un Informe Mundial sobre los Sistemas Nacionales de Derechos Humanos que sea publicado cada cinco años.

A menos que las crecientes desigualdades mundiales se aborden y se inviertan, los proyectos de derechos humanos siempre lucharán para arraigarse en el terreno. La ONU tiene muchos instrumentos normativos sobre este tema y los Objetivos de Desarrollo Sostenible tienen como objetivo reducir la desigualdad. ¿Cómo puede el sistema de derechos humanos de la ONU hacer una contribución enfocada a mejorar la situación de los más pobres?

En resumen, el sistema de derechos humanos de la ONU necesita una evaluación integral para identificar las áreas en las que se puede modernizar. He utilizado deliberadamente la palabra «modernización» en lugar de «reforma» porque la primera permite un enfoque con miras a avanzar en algunas ideas importantes, tales como:

  • La ONU debería organizar asambleas juveniles periódicas para reafirmar la universalidad de los derechos humanos.
  • La Comisión de Derecho Internacional de la ONU debe llevar a cabo una codificación de las normas internacionales de derechos humanos.
  • El Consejo de Seguridad debería contar con un sistema de relatores internos que proporcionen una alerta temprana sobre los riesgos de atrocidades.
  • La Asamblea General debe invitar al Alto Comisionado para los Derechos Humanos a que haga un “estado anual de la situación mundial de los derechos humanos” y luego adoptar medidas respecto de sus recomendaciones.
  • El Consejo de Derechos Humanos de la ONU debería introducir un sistema de visitas a lugares peligrosos con el fin de evitar las atrocidades (prevención y respuesta temprana).
  • Los órganos creados en virtud de tratados de derechos humanos de las Naciones Unidas deberían entrar en una relación institucional con el proceso de examen periódico universal.
  • Los Procedimientos Especiales de derechos humanos deben aportar cada uno un resumen analítico, que luego podría ser reunido y publicado por la ONU como un informe mundial sobre los derechos humanos.
  • Basándose en el Examen Periódico Universal, la ONU debería mantener una base de datos sobre el sistema nacional de protección de cada país, centrándose en los aspectos  que deben ser fortalecidos.
  • El Secretario General de las Naciones Unidas debería estar dispuesto a utilizar sus competencias en virtud del Artículo 99 de la Carta para que los riesgos de atrocidades sean llevados ante el Consejo de Seguridad para su consideración urgente.
  • El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos debe tener responsabilidades de coordinación sobre las diversas entidades de derechos humanos dentro de la ONU.
  • El Consejo de Derechos Humanos de la ONU debería tener autorización para solicitar opiniones consultivas de la Corte Internacional de Justicia.

Desarrollo estas y otras ideas para la modernización del sistema de derechos humanos de la ONU en un próximo libro, “Modernización del Sistema de Derechos Humanos de la ONU”, que será publicado por Elgar Press en un futuro próximo.      


Dr Bertrand G. Ramcharan, BA (Hon.s) Historia; Ll.B. (Hons.), Ll.M. Ph.D. (LSE), Barrister-at-Law. Anteriormente: Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Profesor de Derechos Humanos en el Geneva Graduate Institute; Canciller de la Universidad de Guyana; Comisionado de la Comisión Internacional de Juristas.

Foto: Spring scenes in the Ariana Park Allée des drapeaux of the United Nations in Geneva. 9 de abril de 2015. UN Photo / Jean-Marc Ferré, Licencia: CC BY-NC-ND 2.0.

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